CICLOS DE TREGUA
O TREGUA EN CICLOS
Editorial de la
Revista SOLDEAMÉRICA
Por Fabio Alberto
Cortés Guavita
Diletante y
entusiasta, seductor y agradable, así fue el disfrute de esta pequeña tregua
en el devenir de mis días, en el escribir de los diversos temas y dictar conferencias aquí y allá, como es mi
trasegar diario.
¿TREGUA PARA QUÉ? Para encontrarme con los amigos de “una vez al año” y
discutir tonterías importantes. ¿En dónde?,
en el Estadio del Olaya, departiendo con los sabios de siempre (se las
saben todas, bueno, eso creen ellos, jaja.) en pleno Torneo Amistad del Sur,
donde la mayor de las veces ni vemos los partidos, lo importante es el
encuentro con esos amigos de antaño, dirigentes de fútbol, periodistas, exjugadores
y toda un pléyade de entusiastas amigos del fútbol aficionado.
LO DOLOROSO. En medio de este nuevo intercambio de anécdotas y chascarrillos, se da el recuento del grupo para ver quien falta, y el
que no llega por lo menos a una de las fechas del campeonato es porque ya
abandonó este mundo, así lo sentimos este año cuando ya no encontramos al querido amigo Jorge Aponte, el de
Centenario, Santafé y tantos otros clubes que disfrutaron de su genialidades
con el balón y quien, a mi juicio, fue y será el mejor jugador que haya pisado
la grama del Olaya, o Eduardo Joya “Joyita”, ese entusiasta jugador del
Centenario. Amigos entrañables que ahora ven el Amistad del Sur cómodamente apoltronados
en una estrella.
LA REMEMBRANZA. Hace unos años, en mi caso particular, estaba en plena
actividad de dirigente de Centenario o como Fiscal del Amistad del Sur, en el
corre corre de los carnés, de los uniformes, que el técnico (Pedro León) cuente
con lo necesario, que los jugadores estén a tiempo, que los árbitros… en fin; en
esa ardua labor que nadie ve pero que es tan importante en el contexto de un
equipo de fútbol. Recogiendo en varias oportunidades el sabor del triunfo,
terminando campeones, y bueno, celebrando hasta horas que hoy serían
escandalosas. Otras veces como patrocinador
de Caterpillar Motor y también celebrando título con Jorge Chaparro y otros
amigos de siempre.
Años más tarde como
periodista en las transmisiones del torneo, con amigos gratos como Amílcar
Rincón, Gabriel Muñoz López, Eduardo Carvajal, Hernando Velandia y otros muchos
que pasaron por los equipos que “armamos” para transmitir el Olaya.
Más tarde
haciendo uso de buen retiro, el encuentro de amigos giraba en torno de la
“pola” y las celebraciones desde tempranas horas de la mañana, ahora, como
dijera mi amigo Marcolino Forero, ya nos toca es tomar agüita, y eso hervida
para que no haga daño.
EL PRESENTE. Toda una tregua agradabilísima, sin embargo, no
pueden faltar los lunares. No es dable que a estas alturas de la vida frente a
la respuesta negativa de algún argumento, ante la divergencia de un concepto,
salga alguien con “le apuesto lo que sea”, “es que yo tengo la razón”.
Por Dios, así no
por favor, menos aun tratándose de temas propios de una investigación, por lo
menos para mí, no se para otros, estoy realizando una verdadera investigación
para escribir “Crónica del Torneo de Futbol Amistad del Sur” con el debido
rigor y cientificidad, estudio en fuentes secundarias (ya realizado) análisis
de fuentes primarias (actualmente) en plena realización con entrevistas en
profundidad para la contrastación de los hallazgos y posterior redacción del tema.
EL FUTURO. Ahora continuaré la labor de siempre, en esta oportunidad centrada en
el desarrollo de las 100 entrevistas que estoy realizando con 100 personajes
del Torneo de Fútbol Amistad del Sur para la culminación del libro “Crónica del
Torneo de Fútbol Amistad del Sur” labor que se está enriqueciendo con los
contactos realizados en esta versión del Torneo.
Bogotá, Colombia,
enero 4 de 2015

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